Cuando Dios creó al Hombre, se dio cuenta de que le hacía falta algo…
«¡Ah, sí! –pensó–, ya sé lo que le hace falta»… Entonces, ni corto ni perezoso, lo agarró por una costilla y se la arrancó de cuajo.
Pensó que ese era un buen «palo» que regalarle, porque, «Además –pensó– cada vez que respire se dará cuenta de que algo le falta».
Efectivamente, lo que no daba Dios en regalarle al Hombre era el «producto final» o sea en qué iba a transformar aquella costilla. Efectivamente, así fue, y estuvo tiempo, tiempo y tiempo y tiempo… hasta que se dio cuenta de que el tiempo se le agotaba para finalizar su Obra.
Con la costilla que le arrancó al Adamus, probaba de todo: escobas, garrotes, cayados, varitas de zahorís, postes indicativos de distancia… nada, no se le ocurría nada que regalarle.
Siguió probando, pero esta vez revestía la costilla con barro, le ponía hojas, le ponía pelos de mazorcas de maíz, le ponía colas de hiena, le ponía huevos de gallina a los costados… nada… no se le ocurría nada.
Entonces, aburrido, Dios se fue a dormir para ver si sentía la inspiración última y definitiva de su gran Creación.
Efectivamente: Esa noche (porque todavía no había inventado la Luz) tuvo una gran visión. Entre sueños, de todos los animales y analfabestias que había creado, así como otras inimaginables criaturas –algunas soporíferas, por cierto, por falta de movimiento, me refiero a los vegetales–, vio algo que le inspiró más de lo más: VIO una criatura similar a su Adamus, pero que era distinta a él. Sí, era más redondita, casi parecida al botijo de agua fresquita que guardaba en la despensa para el verano. Por aquel entonces ya había inventado el invierno y el verano, pero no estaba contento, no… sabía que tenía que inventar algo más suave entre una y otra cosa. Bueno, a lo que íbamos: la criatura, en sí, era más redondita, más de todo, no sé… tuvo que recordarla una y otra vez porque aunque se parecía a su Adamus, de hecho, era completamente distinta.
Dios, entonces, convocó a su cohorte de asesores que por aquel entonces eran numerosos y que no le cobraban por los asesoramientos (¡faltaría más, todavía no habían colado a los sindicatos de intermediarios para inexpertos reclamadores!). Dios, entonces, les expuso su sueño, su visión, y les comunicó que aunque vio clara la visión, no entendía bien bien lo que quería significarle.
Reunidos los asesores y expuestas sus experiencias al respecto, decidieron comunicarle a Dios lo siguiente:
–Mira, jefe, lo que hemos dado en concordar que tu visión, si bien es un duplicado de tu Adamus, más bien parece una AdaMAS, osea… más de todo, más chicha, más de más de todo… sí.
Entonces decidieron recolocarle esas cosas más de más que Dios vio en su Visión sobre la Criatura que debía de ser compañero o complemento de su Adamus.´
Asi lo hicieron: fue entonces cuando esas cosas más de más se las recolocaron a la nueva criatura en las caderas: sí, era más ancha que Adamus… luego vieron que sí, que quedaba mona pero que faltaba algo. Entonces se fijaron toda la cohorte, Dios incluido, en las criaturas que antes habían creado…. Pero si bien lo que habían creado era muy repetitivo y las criaturas complemento eran iguales salvo en que algunas ponían huevos y otras no para reproducirse, decidieron que esa forma-huevo debía de ir incluida en la nueva criatura, pero ya en la estructura, no algo temporal, porque entonces no tenía gracia. Entonces, decidieron, en su conjunto, que esa forma-huevo debía de contemplarse grande, grande, o sea en la parte más visible de la criatura. ¿Dónde? Bueno, pues colocaron las formas-huevo en lo más frente del pecho, convirtiéndose así en dos visibles formas-huevo que atraían lo más de lo más nada más divisionar a esa criatura extraída de la costilla de su Adamus.
Bien, entonces, decidieron, que esa nueva criatura no debía ser muy semejante a Adamus, y que no se debían de repetir las formas-huevo… En la nueva criatura las formas-huevo quedaban muy monas y muy atrayentes donde las dispusieron: al frente-frente, pero no en la frente, claro… Fue así como decidieron, también, que esas formas-huevo debían de desaparecer de la entrepierna de la criatura nueva, costilla de Adamus. Así –pensaron–, cada vez que viese Adamus a esa nueva criatura-compañera se enaldecería un wevo al ver esas formas-huevo tan vistosas que llevaba y que se parecían, un wevo, a lo que él llevaba en las entrepiernas.
Bueno: FIN DE LA CREACIÓN DE LA CRIATURA NUEVA.
Ahora, vino la parte del marKeting: sí, eso era lo más duro de todo… Porque no la iban a llamar AdaMAS, aunque fuese un complemento de Adamus… Entonces, dilucidando, recanturreando y pronunciando nuevas formas de expresión, se pusieron, toda la cohorte en conjunto a susurrar y a pronunciar formas silábicas impronunciables: Admmmsss, ¿Adamski?, Además de más (no por favor, ya iba a haber en el futuro un más de lo Más, insoportable por lo deMás), Masade, Esade, Ewave, WAve, Ave, Ave, Ave Avvvvv, …. ¡Ya lo tenían!!!! Vaya que sí, la iban a llamar:
E V A
Sí, era corto, se parecía un webo a huevo, pero más corto, lucía un par de huevos en la pechera, y además no requería mucho rascarse el coco para recordar su nombre.
Bueno, pues, Amiguitos, y Amiguitas, este fue el principio de la Creación de EVA, que no de la Humer, ¡vaya, no! MUJER, ya me olvidaba hasta yo con tanto webo.
Y esto ¿qué quiere decir? PUES MUY SENCILLO, HOMBRES VARONES y ADAMAS HEMBRAS, esto quiere decir que ser EVA, que ser MUJER
MOLA UN WEBO!!!!!
Hsssta Pronto Amiguitos espectadores de la Creación. Creedme si os digo, que en el fondo, todo ello no fue tan divertido, pero sí: fue un auténtico rompe-cabezas, por eso, todavía algunos hombres llevan cascos porque llevan los sesos como muy blandos de tanto rascarse los sesos bajo la calavera del cerebro….
¡Gracias a TOD @ S !!!
Nota adicional: este articulo nacía con la intención de ser algo serio, muy muy serio respecto a las actuales nuevas tecnologías que no sirven para ABSOLUTAMENTE NADA, o sea solo para tooodo lo negativo y retorcido… … retro-trayéndome llegué hasta ahí el principio de la diversidad que creaba la diversión misma: la conclusión sacadla vosotros mism@s… Otro día ya hablaré sobre eso más en serio,… si no me olvido antes, claro.