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Estamos viviendo en pleno siglo XXI, el mayor desastre en las formas de «gobierno».

Investigar en nuestra Historia, nos pondrá en el conocimiento de que no estamos tan avanzados como nos creemos, ni somos partícipes de un bien común, sino que más bien pertenecemos, más que nunca a un sistema solapado de ESCLAVISMO con todas sus vertientes y enmascaramientos.

Tiranicidio significa dar muerte al tirano, estaba contemplado legalmente, p. ej. en las emergentes sociedades norteamericanas, ya en el siglo XVIII. Era válido dar muerte legal al gobernante o dirigente que había dejado de lado su rol de líder, y que se había convertido en un déspota o criminal.

El término proviene de la Grecia Antigua, existiendo ya, por aquel entonces, héroes proclamados mártires tiranicidas de gobernantes en los siglos III.IV a.C., en la época de Sócrates.

La imagen de este sello proviene de Benjamin Franklin y fue propuesto como Gran Sello de los Estados Unidos: «La Rebelión a los Tiranos es Obediencia a Dios».

Bien, si aplicásemos hoy en día esta máxima, seguramente habríamos terminado con la superpoblación de nuestro Planeta, pero, ¿por qué ahora somos tan sumisos? Cierto que tras esos tiempos, los no tan lejanos de hace unos doscientos años atrás, han venido siendo sacudidos los diversos estados mundiales por revoluciones, y rebeliones hacia todos los mandatarios, hasta que los más encastados han saltado ya de la faz del Planeta, para instaurar otro tipo de poderes. Tras la mentira y suposiciones de que ahora «poseemos» los mismos derechos que obligaciones, resulta que lo que sí tenemos son una serie de «obligaciones» que mantienen esos estados de bienestar (Los Otros), que han llegado a anclarse en el poder más absoluto e hipócrita de todos los tiempos.

Este post es una reflexión sobre la actual situación democrático-ficticiosocial, y sirve para todos, para todos y todas ¿a quién estamos alimentando como ganado borreguero, a quién? No se trata, por supuesto, de que corra más la sangre en nombre de nada, pero lo que no fluye en la Libertad ni la autenticidad de los seres humanos, al permitir que los estados parasitarios depreden a sus propias criaturas.

Una última referencia al tiranicidio, y viene del cerebro de Tomás de Aquino, quien ya era consciente de que no se debía de hablar de «cielos» a quienes tenían el estómago en blanco: primero el alimento del cuerpo, y luego el alimento del alma,

Santo Tomás indica en su obra Gobierno de los Príncipes que «El tirano es quien desprecia el bien común y busca el bien privado (,,,) —  Se ha de proceder contra la maldad del tirano por autoridad publica (…)– Cuando la tiranía es en exceso intolerable, algunos piensan que es virtud de fortaleza el matar al tirano”; aunque Tomás de Aquino sigue con y permite la sumisión a tales tiranías, ya que no e objetivo de los «apóstoles»,… y aquí, aquí es donde muchos ya aprovecharon el desvío: «Sed buenos».

La verdad, sí se trata de ser «buenos» y no malos, pero ha de caber en nuestras «mientes» (pensamientos), como dirían muy antiguamente, que lo que ahora sucede no tiene ni pies ni cabeza, hemos entrado de lleno en un terraplén resbaladizo y enfermizo, porque, a decir verdad, antes mandaban los que mandaban y el resto eran los plebeyos y borregos,… pero ahora, ahora muchos borregos creen que son «reyes» y que tienen derecho hasta de participar con un papelito que depositan en ataúdes-urnas, cuya palabra lo dice todo: tu voto va al SEPULCRO, NI MÁS NI MENOS, o sea que a seguir en la brecha porque la brecha se abre, y está todo más próximo a tragarnos que a salir de ella.

Coletilla: ¡Ojo!, tal estamos que bajo este singular adjetivo de TIRANO, que muchos se han basado en él para invadir, tiranizar, esclavizar, exterminar y realizar crímenes lesa humanidad en las partes del planeta que a ellos les conviene. El tirano se viste de oveja para asesinar a los lobos y apoderarse del resto de rebaños.

El nuevo orden mundial propuesto es el mayor tirano que se ha conocido en nuestro planeta-mundo, tiraniza tanto que pretende llevar a cabo el mayor control y uso de los vivos planetarios, y si se resisten-nos resistimos, entonces lo tienen claro: intentarán llevar a cabo planes impensados de una nueva humanidad (según ellos): entes biológicos, codificados con cerebros-pc, piezas de repuesto, corriente venosa de fluidos aceitosos (para evitar el oxidamiento) y que no coman, no beban, no c… para que no se c… en la madre que parió a todos los tiranos planetarios habidos y por haber, en este singular mundo tridimensionario.

 Resumen: Demasiada sangre humana y no humana, ha corrido ya sobre nuestro planeta para pringarnos y pringar más la Naturaleza… Pero, algo habremos de hacer, algo. Me basta con que hagamos lo debido, y lo debido, muchos ya sabemos qué es lo que hay, y lo que tenemos que hacer. Pero bueno es saber, porque el conocimiento es libertad, saber que no siempre la humanidad se comportó de forma tan ambigua y que luchó a sangre y cuchillo, perdiendo la vida, para que muchos de los que hoy estamos aquí, pudiésemos «vivir» con libertad… Pero ¿lo consiguieron, o simplemente consiguieron una buena raza de borregos amansados, justamente ahora, que tenemos tantos medios para conocer y saber tanto y tanto?

La saga continúa, porque esta es una película mala que se está volviendo de terror barato, esperemos pues levantarnos antes de la sala y dejar solos a esos «empresarios».