¿Quién dispara el arma?
¿Quién ordena?
¿Quién manda?
¿Quién es el que paga?
¿Quién es el que calla?
“Son las 8 de la mañana, las 7 en Canarias. En tal lugar, de tal país, los terroristas del mal llamado brazo armado, hoy han asesinado a un puñado… de inocentes” “–Un puñado más, qué más da.” Hoy no suenan las alarmas, hoy no hay crespones negros, hoy no se guarda ni un minuto de silencio… si al fin y al cabo… eran sólo un puñado más de los tantos asesinados que se asesinan cada día en el nombre de los mal llamados brazos armados.
Pero… ¿Quién arma esos brazos? ¿Quién vende las armas? ¿Quién paga esas estructuras que después se estructuran solas matando y arrasando? = Las mujeres como prostitutas-ganado; los niños como lebreles de las armas y del odio atravesado, metido a fuerza, quién sabe, si de bocadillos con cocaína entre las migajas; las niñas como esclavas y prostitutas, también para evangelizar en el evangelio del terror, del terror de los mal llamados brazos armados.
Pero… ¿Quién arma esos mal llamados brazos del terror?
Jamás fue de nuestra incumbencia, aquí en los países “civilizados” intervenir en tales secuencias, máxime cuando no existen intereses amplios que “defender”, como petróleo, armas, drogas y otros suministros preciosos para las sociedades “civilizadas” todas, por el momento, en el avanzado Occidente.
“Noticias de las 9 de la mañana, las 8 en Canarias. Proseguimos con las noticias… … … bla, bla, bla…” como un tornillo las van filtrando en tus sesos, hasta que te queda bien puesto y bien grabado que eso es una “noticia más”, una de tantas. ¿Por qué va a importar que secuestren a cientos de niñas, de niños, de mujeres…? De los “Viej@s” no dicen nada, seguramente porque allí mismo los matan.
Así de cierto, así como que llevamos uuufff la de años!!! Bueno, eso hace unos treinta años atrás era lo mismo, pero antes nos preocupábamos más de las políticas locales de por aquí… Las de allí como que era eso “estaban tan lejos…” que sonaba a que todo eso venía de Plutón: las guerras, las matanzas, no importa de qué etnia, y no importa en qué etnia o parte del planeta hubiera sucedido algo tan terrorífico como un desastre de la “Naturaleza” que arrasa a miles y cientos; si eran guerras, como que uuuffff pasabas tanto ¿verdad? Y es que guerras y matanzas las ha habido siempre, desde que tenemos uso de razón nos han venido machacando y metiéndonos el tornillo en los sesos, eso de la costumbre de MATAR, ya no importa qué, niñ@s, mujeres, ancianos (los hombres no cuentan están todos en el arte de matar obligado, el resto son “daños colaterales”).
Parecía que todo era cuestión de política y que contra eso no podíamos hacer nada: buenos éramos, nada menos que nosotros, que habíamos estado sumidos bajo el más tenso de los estados tiránicos… bueno, muchos le llamaban la “dictablanda”; igual es que algo tuvo que ver en eso el santo y sagrado brazo de Teresa la Buena. Me pregunto: “¿Cómo permitieron arrancarle el brazo a la buena de Teresa para que lo tuviese en una urna en su habitación el pequeño-gran-dictador de la blandictadura que nos dictaba a todos cómo teníamos que ser y pensar y servir y creer? ¡Ah, aquellos tiempos, qué buenos eran ¿verdad? Según algunos cuantos!
Bueno… sin querer y sin creerlo hemos ido creciendo, con nuestro número de carné, con nuestro número de identificación fiscal, con nuestras costumbres que tan acostumbradas estaban a hacer cola en las ventanillas de todos los oficiadores de todos los departamentos oficiales donde tenías que hacer cola por huevos… Ahora, las colas las haces frente a una absurda máquina que no entiendes, para sacar un número para que te “atiendan”. Vaya lo mismo que antes que pedías la tanda para comprar el pan o el tocino o la panacea de la farmacia.
¡Cómo han cambiado los “tiempos”! Antes era tan normal en este país eso del machismo… que a muchos se les ha olvidado. Y es que ahora está lo mismo pero lo llevan tan adentro en los cueros de los subconscientes que ni se dan cuenta. Vaya, ahora peor, porque nos creemos más avanzados.
Pero, pero… lo que no ha cambiado ha sido eso de las GUERRAS: las guerras bárbaras, los crímenes de guerra, los crímenes de lesa humanidad que les da igual que sea de humanidad, porque no ha faltado ni un día del año en ningún calendario donde no se hayan cometido…
Íbas así, como navegando en una bola-mundo, donde te hacían creer que eso de las guerras y de los crímenes de todo tipo es lo más normal de este “mundo”. Tanto es así, que ha quedado como una buena costumbre, que yo creo que deberían declararla de interés mundial por la UNESCO y nombrar una embajada para el futuro, para que cuando aterricen aquí los aliens, mostrarles lo humanamente guerreros que somos, lo muy criminalmente que nos portamos, lo muy humillantemente con que tratamos al resto de todos los seres humanos que no somos nosotros, claro.
Y es que, todavía, hoy en día, hay quien se pregunta “¿Cómo Dios permite tanto crimen?” ¡Vaya, hasta incluso yo me lo preguntaba! Consideraba este mundo tan injusto que me preguntaba que “¿Dónde coño Dios andaba?” Y hasta casi llegué a hacerle culpable. Vaya, también llegué a aborrecer tanto eso de la imagen del pobre escarnecido que mostraban en una cruz, todo chorreante de sangre, a cuál tortura más cruel… Porque escarnecidos y torturas a cada segundo, a cada minuto, a cada hora, cada día de cada mes de cada año que yo recuerde, y ya tengo un pico, los ha habido a paladas en este “mundo”-modelo, que vamos a entregar un formulario a la Unesco para que lo declare de interés mundial para los “MUNDOS AJENOS”.
¿Por qué tanto criminal? ¿Dónde está Dios, entonces? ¿Por qué Dios permite que maten a bebés, que maten a los pobres viejos y viejas, a los niños y niñas inocentes, a las mujeres embarazadas, a las mujeres, a las jóvenes, a los jóvenes y a los adolescentes? ¿Dónde está Dios, DÓNDE?
Me estaba dado descubrir dónde estaba DIOS. De veras que lo hallé. La verdad, me costó un poco: alejarme de ese mundo absurdo unos kilómetros, tirar la tele a la basura, y mirar allí donde tenía que mirar: el horizonte con sus amaneceres y sus noches. Días y noches, más noches que días, incluso mirando allá arriba, alucinada, esperando ver algo de esos otros Mundos que ya nos vienen anunciando desde hace uuufff la de años… Quizás tuve éxito en un par de ocasiones… Pero, bueno, lo cierto, lo de verdad importante no andaba por allí ni por la Atlántida, sino que estaba AQUÍ. ¡Dios, el Creador, Su Creación ESTABA EN TODO!!!
Desde entonces ya no sufro tanto, y no sufro porque el sufrimiento lo he convertido en una especie de energía donde vomitar todos mis asuntos internos, que no son mis contabilidades ni mi experiencia “laboral” ni de trajinería de este “mundo”, sino las piezas Recolocadas del Gran Descubrimiento de dónde está el Creador: DIOS ESTÁ EN TODO, PORQUE TODO ES DIOS.
Entonces ¿por qué hacer culpable a nuestro Creador de lo que hemos creado la humanidad entera, incluso, yo, ilusa y fiel seguidora del régimen paisajístico fronterizo que me ha dado de “comer”?
DIOS ESTÁ EN TODAS PARTES, sí, incluso ahí en el interior de esos horribles criminales. Incluso ahí en el interior de esos que son peores: los que pagan a esos horribles criminales, los que sentados contemplan un tablero: el tablero de ajedrez que han inventado para intentar gobernar este “mundo”.
Mundo que han convertido en un submundo, en un infierno de los vivos, porque hay una gran mayoría que rezuma a muerto-vivo. ¿Es esta la promesa de la llegada de la Resurrección? Bueno, quien quiera entender que entienda. Los Muertos serán resucitados en Vivos. ¡Qué doble lectura, amigo! ¡Anda, qué gran genio ese tal Cristo! ¡Qué doble lectura, amigos! Resucitar a los muertos para convertirlos en Vivos.
Dijo Cristo que el siguiente mundo sería el de los Humildes, el de los Pobres de Espíritu, el de los Hijos de la Luz.
¿Estamos en ello? Es que, bueno, sin quererlo como que nos mandan cosas que nos vienen de Más Allá, incluso más allá de la esfera de los fantasmamuertos… esas cosas nos vienen como claras partículas de energía Extrañas, quizás desconocidas, que nos mueven a todos, no a unos cuantos, porque el Gran Movimiento, el Gran Cambio, es como en oleadas de a cientos, miles, y todos en Sincronía. ¡Qué Gran Momento este! ¿Cómo perdérselo?
Y es que el CREADOR está en TODO, porque TODO ES EL CREADOR MISMO.
¿Quién pone nuestra sién contra el paredón? ¿Quién dispara? ¿Quién mata? ¿Quién destruye?
¿Es Dios? ¿Dónde está Dios que permite la muerte de tanta criatura inocente?, no sólo en las guerras, en las sed-es y en las hambres y en cosas peores… como cosas peores hay tantas que mejor ni nombrarlas.
Si Dios está en TODO, ¿por qué no está en esos “hombres” y crueles “mujeres”? ¿Por qué tanto crimen? : : : Es que el Creador no dicta sentencia sobre sus criaturas. El Creador va hacia la Perfección. Él es Perfecto. El Tiempo no cuenta para Él. Sólo para nosotros, ignorantes criaturas.
El Creador QUIERE QUE DESPERTEMOS EN ÉL.
Cierto que ESTÁ EN TODO Y EN EL TODO ABSOLUTO, pero es tan perfecto que sólo puede permitir que sus Criaturas sean autónomas, que sean ellas quienes se autorreconozcan y cuando estén en ese punto RECONOZCAN EL TODO DE LA PERFECCIÓN.
Esa es la Respuesta: La Perfección no impone, no crea hormas. La Perfección tiene sus Leyes eternas de Amor y de Evolución. La Perfección deja libres a sus Criaturas, sabiendo que llegará el tiempo de la Sincronización, y que somos perfectamente Libres de Re-Conocerle o no. De saber que su Eternidad es la Nuestra también.
Sus Secretos más recónditos no nos están permitidos. Sólo al Evolucionar como Luz de la Creación iremos entendiendo tanto sufrimiento, tanto karma, tanto error sobre error.
Nuestra es la Elección: Liberarnos de nuestros karmas lo podemos hacer en una VIDA si así lo deseamos. Pero esto es sólo un pequeño paso más en la inmensidad de toda la Eternidad, porque una vez sus Criaturas liberadas van más y más lejos… y ¿dónde termina TODO? Quizás la respuesta es que no termine nunca porque para eso está la eternidad. Sabia Eternidad que puede unir pasado, presente y futuro en una misma onda y fundirse.
Liberamos con nuestro Perdón, con nuestro Amor. Nos convertimos en Vivos a la Luz, y en ella dejamos de ser los Muertos eternos que se reproducen una y otra vez una y otra vez una y otra vez… porque esa es la rueda eterna de la Vibración. El Verbo es Vibración y es en esas escalas donde nos movemos. Al Evolucionar como seres espirituales nos Elevamos, nos Alzamos en Vibraciones más altas. Ya, incapaces de crímenes ni de horrores de nosotros frente a nosotros mismos. Nos Liberamos nos hacemos Ligeros… Aspiramos a la Transfiguración de la Ciencia Cuántica que nos habla de que como Cuerpos físicos podemos tomar otras Formas y llegar allí donde ahora no podemos.
De momento, y mientras tanto, las mismas noticias tornillo siguen intentando que entre bien en nuestros sesos que eso de la muerte y la guerra y los crímenes son el pan nuestro de cada día y que gracias a que nos lavan bien las neuronas, vemos, totalmente normal, cenar una buena hamburguesa frente a un televisor, mientras en esa “pantalla” lejana vemos sesos por los suelos, miembros de cuerpos desmembrados y todas esas cosas que, en fin, quedan tan lejos para nosotros ¿verdad?
Sí, el Creador no anda lejos de cada crimen ni de cada criminal ni de cada obseso u enfermo mental… No. El Creador también está en ellos, pero no juzga, simplemente allí: aguarda en un rincón, porque la vibración de esas entidades es tan baja que no permite aflorar la Luz de los Hijos de la Creación, hasta que llegue su Momento y su Perdón.
Cada Partícula Perfecta tiene su Momento de SINCRONIZACIÓN. No hay Onda baja que no intente escalar en algún lugar del Tiempo.
La Perfecta Sintonía de la Creación. La Música de las Esferas (que música es, por cierto) es conseguir esa perfecta Orquesta, podemos llamarla Sincronización, cuando todo se junta, porque así lo deseamos, para elevarnos en las Ondas de la Evolución hacia la Escala que va hacia el Cielo, hacia la Perfección.
“Y vi, por unas escaleras, que subían y bajaban Seres de Luz”. El sueño de Jacob. Jacob soñó el sueño de la Elevación sobre una Piedra que usó como apoyo de su cabeza. Desde entonces entendió que Dios estaba en las PIEDRAS. Desde entonces se elevan Pilares como Montañas, porque en las Montañas está Dios. Al Escalar entendemos que no nos es fácil, pero allí: en ellas encontramos la Respuesta que buscamos; al llegar a la Cumbre vemos que podemos contemplar el Todo, y que el Todo es Inmenso, y que sólo podemos abrazarlo con las Alas de la Liberación. Acto humilde, por cierto, cuando aceptamos que nuestra efímera existencia pertenece a esa Perfección que es nuestro Creador y que él nos Anima a que no seamos Cobardes, a que nos lancemos hacia el Infinito, porque sólo en el Infinito es donde está Él. Él es la Eternidad.
Y ahora te preguntas ¿y el crimen, dónde queda? Si vuelas o subes las Escaleras del Conocimiento y la Sabiduría que hay en tu interior, sabrás la Respuesta, es más, sabrás cómo “vencer” el Mal.
Siempre me preguntaba sobre el mensaje secreto de la Esfinge de Egipto: El LEÓN es el Triunfo de la Luz, de la Vida sobre la Muerte. Es, al fin y al cabo, el mismo mensaje que nos vino a dar el Hijo de la Luz Mismo: El Cristo, el Maestro, el Sabio.
El León de la Esfinge está tumbado sobre la muerte misma, la venció. La cabeza de la Esfinge es la de un humano. El humano, con su cuerpo SOLAR, Crístico, Cristal, vencerá la Muerte. ¡Qué sabios eran nuestros ANTEPASADOS!!! ¡Sube la Escalera de la Luz porque estamos en el tiempo de la Resurrección!
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