Un creyente se sentó bajo un Árbol
esperando la llegada del Paraíso.
Y esperó y esperó
confiando en las delicias de sus Frutos.
Mientras soñaba con grandes manjares,
las frutas caían del árbol.
Un caminante pasó por allí un día
y sintió compasión
por el cadáver que yacía
al pie del árbol.
(CR) Aquarius