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Sobre los “misterios” de la Enfermedad

Sobre los misterios de la larga agonía ante el gran Momento. ¿Por qué llamar Muerte a los estados de transición? Para mí la muerte sería aquella que se produce de modo repentino, aquella que no estaba prescrita,… aquella que es determinada por actos ajenos,… aquella que es ejecutada por quienes no Tienen Permisión para ejecutarla, y, sin embargo, la ejecutan creyéndose el baluarte justiciero de dios mismo (dios en minúscula, porque estos que se creen brazos ejecutores de profetas y dioses, no es al Creador a quien persiguen sino que lo odian y lo repudian hasta lo más profundo de sus células). Quizás esto, para mí, signifique la muerte: algo que irrumpe donde no debiera de haberlo hecho. Se sesga algo que no debía de haber sido sesgado en ningún aspecto. Léase en todo esto a todo y a todos aquellos que ejecutan muertes y matanzas en nombre de lo que sea. Léase en todo esto, también, aquellas muertes que cumplimentan unas leyes de “supervivencia”, porque es muerte todo aquello que rodea la predación innecesaria de todo lo vivo. Incido de nuevo en el Maestro: “¿Cómo si no podrían comerse aquello que está vivo, si antes no está muerto?” Esto, creo recordar, pertenece a uno de sus Evangelios Apócrifos. La Enfermedad, cualquier tipo de enfermedad, en verdad que representa un gran misterio, y no DEBIERAN dejar de lado este aspecto los sanaenfermos, los intermediarios de la salud, los ejecutadores-libradores de cualquier mal a través de cualquier medio físico: quirúrgico, farmacológico, químico y cualquier “terapia” que procede a erradicar, según parece, cualquier tipo de mal, salvo aquel que tienen prescrito que no pueden erradicarlo, por desconocido. Existe en la Enfermedad un Tamiz infinito de factores que inciden para que un ser humano (ahora sólo me remitiré a nuestra especie) caiga enfermo. Ya sabéis: factores endógenos, factores externos, factores psicológicos, factores energéticos, factores culturales (pues claro que sí), factores hereditarios, factores ¿por qué no? fantasmagóricos o de vampirismo energético, factores contaminantes, factores basados en los lugares geológicos, factores de intercambio con cualquier otro ser humano o ser vivo, factores climatológicos, factores kármicos, factores de desequilibrio de todo tipo, factores de malformaciones heredadas o adquiridas, factores disfuncionales, factores de estrés, factores de desconocimiento interno, factores alimentarios, factores químicos, factores de contagios, factores de ego (la enfermedad como reclamo inconsciente o subconsciente); factores desequilibrantes de todo tipo de elementos que se consumen a través de boca, de piel o de agresiones por parte de quienes pretenden “arreglarte” la careta o el escudo físico, etc., etc.,… y etcétera. En realidad es tan delicado el aspecto de la salud que nos espantaríamos, como seguramente muchos andan espantados de sus propias enfermedades y desequilibrios; como seguramente muchos se espantan cuando, de un día para otro, caen enfermos sin remisión, sin vuelta atrás; como seguramente muchos se espantan cuando se dan cuenta de lo terriblemente frágiles y vulnerables que somos. Y… mientras, a darle caña, porque ESTO AGÜANTA (con diéresis incluida, que da más efecto). Es decir, algunos se creen tan invulnerables que hacen todo lo más cojoneramente posible para “probar” cosas que les van a destrozar, más a la corta que a la larga, y sin vuelta atrás. No voy a tocar este último aspecto, porque es algo carente de sentido, porque es algo inducido voluntariamente, con lo cual aquí no valoro lo de la Enfermedad como misterio. Me gustaría que reflexionaseis sobre el sentido de la Enfermedad, en sus miles de aspectos, que, sin duda, vamos adquiriendo a lo largo de nuestra corta vida. Cuando hace algún tiempo ya se empezó a aceptar lo de “psicosomático”, muchos cayeron en el terrible error de que cualquier enfermedad puede ser corregida porque es de origen psicosomático. Nada más lejos de la realidad. Al mencionar “psicosomático”, también incluyo el aspecto que rodea la vida social de cualquier ser humano, con sus terribles carencias y desperfectos, que como cualquier objeto sometido a la intemperie, sufrimos, eso sin lugar a dudas. Pero no todo es de origen psicosomático, no todo es por contagio, no todo es por error básico o múltiple. No. La Enfermedad cuando se adquiere no sólo posee un aspecto o un camino. La Enfermedad, muchas veces, y eso lo sabemos, es un Stop obligado al que nos somete nuestro cuerpo para que paremos en algo que estamos haciendo mal. El cuerpo necesita que paremos. El cuerpo necesita Sanarse. Pero como réplica a esto lo que hacemos es algo totalmente contrario: engañamos al cuerpo como a una máquina, porque no soportamos estar enfermos. No queremos someternos a los parones de la enfermedad, y menos en una sociedad como esta donde cualquier cosa proveniente de la Madre Naturaleza es ni más ni menos que menospreciada y hasta vista con asco, con temor, con angustia,… en fin… algo que debe quedar lejos de nosotros, algo que debe quedar tan lejos como la misma muerte, que la mayor parte de las veces es considerada un “accidente”, o como algo mecánico: “a todos nos llega la hora”, sin querer entrar en más trapo. La Enfermedad, su lenguaje debe ser estudiado desde cada individuo que la padece. Al padecerla debemos examinar como esos investigadores dónde estamos “pecando”, dónde está nuestro error de todo tipo. Los errores pueden ser múltiples o casi, por qué no, infinitos. Es necesario ir paso a paso como un investigador, hasta averiguar qué es lo que nos está pasando y cuál es el aviso y la señal que pretende comunicarnos nuestro Cuerpo. Pero a veces, la Enfermedad, tan siquiera tiene uno de esos lenguajes externos que nos envuelven y nos modifican con demasiada masividad, hasta incluso pretender terminar con nosotros. A veces el lenguaje de la Enfermedad es algo, puede ser algo kármico, algo que debemos vivir hasta que no hemos resuelto el lenguaje primario de la detención física. A veces el lenguaje de la llamada Enfermedad, puede ser, sin más, el parón al que nos somete no sólo nuestro cuerpo físico, sino nuestro Cuerpo Espiritual. Quizás este sea el lenguaje más inaccesible. Quizás este sea el lenguaje donde nunca nos detengamos porque no creemos, a priori, que nuestro Espíritu nos puede estar parando a través de nuestro cuerpo físico, enfermándolo. Es tan profundo todo esto que me gustaría que reflexionaseis al respecto. Porque, también, y a decir verdad, tenemos otro Motor muy potente, muy potente. Un motor que, hasta incluso, nos impide “caer enfermos”, aunque sepamos que podemos hacerlo. Este motor está ligado a las energías Cósmicas, a la Consciencia de nuestro Yo Soy con el Todo. Este motor siempre estará en marcha hasta que hayamos cumplido todo lo que hemos venido a cumplir como Caminantes en este plano. Desde luego nuestros pies no van a ser elevados cada vez que vayamos a caer por un precipicio, aunque alguna vez así lo hayamos sentido, sabiendo que ha habido alguna intervención “externa” que nos ha salvado. Esto tampoco es siempre así, por muchos supermanes que vayan por ahí con sus bólidos a más de 200 km, por muchos supermanes que pretendan salir volando en ala delta, por muchos supermanes que se cuelguen de una cuerda para practicar eso que se llama “puenting”. En fin, supermanes hay de todas las especies, y, a buena fe que sí, que realmente vamos a ser “salvados” hasta que nuestra hora no llegue, en muchas ocasiones, pero es más humilde admitir que no estamos a salvo de nada y que debemos cuidar nuestro cuerpo que es nuestro Templo, que él sí que es Perfecto, por muchas bazofias que le metamos o por muchas insensateces que hagamos de él y con él mismo. Demos pues el abrazo a cualquier Enfermedad que nos tenga bien abrazar porque de ella aprenderemos. DEBEMOS APRENDER DEL LENGUAJE DE NUESTRAS ENFERMEDADES Y LIMITACIONES. También debemos aprender a saber morir, llegado el gran Momento. Sí, desde luego, lo que más asusta es el mismo sufrimiento, la larga agonía, el largo sufrimiento. Muchos desearíamos partir ya a través de eso que llaman eutanasia. Tengo que admitir que, para mí, la eutanasia sólo tiene un valor: evitar el sufrimiento extremo que un ser vivo pueda llegar a sufrir, por ejemplo, en un accidente terriblemente traumático. Pero tan siquiera ahí, tal vez, porque tal vez baste con administrar drogas lo suficientemente potentes para evitar el re-conocimiento del destrozo y evitar sentir ese terrible dolor. Y, quizás, tan siquiera ahí, ya que la Madre Naturaleza se encarga, en muy poco tiempo, de desconectarnos de ese terrible sufrimiento a través de la pérdida de la consciencia. Dicho esto, quizás estoy poniendo en entredicho eso de la “eutanasia” por “compasión”. Pues sí. Pongo totalmente en entredicho eso de la “eutanasia”. Es más, creo que cualquier ser vivo tiene que tomar su “tiempo” para darse cuenta que va a abandonar este plano. Es más, creo, firmemente, y por cosas que he vivido personalmente, que el padecimiento que, a veces, nos parece prolongado, no viene ni más ni menos que como una Secuencia Kármica. Cuando un ser vivo ha “vivido” muchas vidas, vidas las cuales han sido arrebatadas violentamente a través de la muerte, llega, tendrá que llegar Su Momento, en una Vida, donde tome consciencia de su trasvase etérico: es decir, tiene que tomar la conciencia de que está abandonando su Cuerpo para integrarse en el etérico y así, quizás, poder escoger qué otro tipo de Vida podrá o querrá Vivir una vez desintegrado su cuerpo físico. El poder de Esta Consciencia, debe ser respetado y Amado totalmente. Claro: nosotros “sufrimos” más que quien está sufriendo, paralelamente nos parece indecible e invivible este nivel de “sufrimiento”, pero es que el Ser que está en Tránsito necesita, por fin, poder Despedirse de su nivel o plano donde ha estado viviendo, y lo que para mí ya es tangible y admitible: poder despedirse con conciencia, conscientemente, de su cuerpo, sin que nadie interfiera en el viaje, sin que nadie le obligue a viajar “violentamente”. Sin que nadie más convierta su vida en muerte. Porque los Viajes los hacemos todos los seres Vivos y todos tenemos que Experimentar como el único Yo Soy, toda nuestra vida biológica, a todos los niveles, para ello nos fue Regalada. No nos fue dada para sernos arrebatada en nombre de absolutamente nada. Es el lenguaje perfectamente Secreto de las Cosas: entre ellas la Enfermedad (superable o no) y el Abandono Físico, que aquí, desgraciadamente todavía, llamamos muerte.

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Quizás un último apunte sobre nuestras enfermedades: Debemos aprender de aquellos que están y que han estado en contacto con “ellas”, es decir, con los profesionales que se han atrevido a ir más allá de sí mismos y de “ellas”: las enfermedades. Cada “enfermedad” es un cosmos único, porque un cosmos único es su portador. A veces el lenguaje más simple de la Enfermedad sea ése: debemos dejarla ir, debemos olvidarla. Dejemos de recordar que nos invade, porque si tenemos siempre presente esta presencia, entonces nos convertimos en víctimas de un enemigo que es la enfermedad misma. Quizás la Enfermedad represente un único y humilde lenguaje: NO DEBEMOS SER ENEMIGOS. De hecho, siempre estamos invadidos y rodeados de cosas tan extrañas que son ellas las que nos TEJEN, por tanto somos un puré de cosas extrañas: enfermedades entre ellas. Es decir, unos somos capaces de ser portadores de genes, bacterias, virus y demás cosas extrañas que a otros, con toda seguridad, lo demolerían en cuestión de un par de horas. Quien es capaz de convivir con toda esta amalgama, es capaz, aparentemente, de estar sano. Y es que eso de estar “sano”, es algo totalmente subjetivo. De hecho no estamos sanos nunca, pero podemos tener un buen Estado que nos invita a una Armonía en la Vida. De hecho, jamás somos LOS MISM@S: atómica y subatómicamente vamos modificándonos a cada segundo de nuestro “tiempo”. Son esas cosas Extrañas que forman nuestro Cuerpo Físico, las que como en un auténtico cosmos, configuran nuestro “estado”, nuestro armazón físico. Quizás también esas cosas Extrañas, auténtico cosmos biológico, son las que son o pueden ser capaces de que estemos inmersos en extraños mundos de cambios de estados de ánimo. Quizás quien sucumbe porque no lo entiende, da paso a una serie de enfermedades, que, ¿por qué no?: pueden ser el reflejo de nuestra intolerancia y de nuestro miedo inconsciente a vivir de forma biológica, a vivir de una forma energética diferente: la transformación de la energía pura de la que venimos a un estado donde dependemos no sólo de nuestros cosmos particulares, sino de todos los cosmos que nos rodean, visibles y no visibles. Quizás esta Vida biológica exija de nosotros la Humildad de saber que estamos formando parte de toda esta Eterna transformación. Dentro de ella, quizás ser sabios y no dejarnos aplastar por el dolor físico de las alteraciones y dejar penetrarnos por la sabiduría de saber “observarnos” y saber cómo, por dónde y hacia dónde nos dirigen ciertas cosas, entre ellas las enfermedades, es un paso a saber ser “dioses” de nosotros mismos. Dioses de nosotros mismos al saber hablar sabiamente a nuestro cuerpo. Dioses de nosotros mismos al saber escuchar con sabiduría el lenguaje de nuestro cuerpo. Cuando inter-conectamos, resulta que nos inter-comunicamos con todos los factores, ríos y lenguajes de los que somos o podemos ser capaces de descifrar. Es entonces, cuando, quizás, eso que llamamos Enfermedades, dejen de llamarnos la atención para seguir su camino y diluirse sin más.

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Como corolario a todo esto y también como observación desde mi experiencia vital y personal, tengo que testificar que, por ejemplo, en los animales, las enfermedades pueden darse como consecuencia de un alto grado de estrés o de un estrés que podemos calificar de subjetivo por no haber violencia, estrés que puede no sólo ser físico sino sutil y psicológico, un estrés no perceptible desde nuestro punto de vista. Ellos, que no llevan tantas matemáticas como nosotros, o sea que no están tan “evolucionados” ¿?, resulta que pueden mostrar enfermedades de un día para otro. Resulta que cualquier alteración en su ambiente que puede no ser negativo (aparentemente y según nosotros) sino, simplemente, de cambio, pueden mostrar fieros tumores, perder el apetito, perder la alegría, coger diarreas severas, vómitos, alteraciones en el carácter mostrando tristeza y apartamiento, leishmaniosis graves, tumoraciones purulentas, etc., etc. Esto que se trata en veterinaria y al cual no le damos mayor bandera de atención, resulta que es un Reclamo Sin Voz y muy Urgente: el animal NECESITA AMOR A RAUDALES. Cuando a un animal que se encuentra en algún estado de alteración o dolencia, lo cogemos, lo abrazamos, estamos pendientes de él con una mayor constancia y sensibilidad, incluso lo hacemos acostar a nuestro lado o a nuestros pies y lo abrazamos: resulta que el Animal Sana, se recupera, sea lo que sea que lo haya estado alterando. Si recibe atención veterinaria, lo mismo que si es sometido a una intervención: La Recuperación se acelera cuando recibe nuestro Amor; no se trata de tener ahí al animal en un rincón y que se recupere, porque sí, seguramente se recuperará, pero la llamada S.O.S. ha sido la enfermedad o la alteración o el shock. Atender a esa llamada correctamente significa que atendemos a su Alma, que no los dejamos solos, que los cobijamos con todo nuestro cariño. Esto, para mí, es suficiente para Entender que, al igual que ellos, nuestros hermanos Animales, nosotros también estamos escaso de eso mismo: el Amor. El Amor incondicional que debemos recibir todos, que deberíamos recibir absolutamente Todos, y esto no sólo es extensible a quienes están más cerca de nosotros, sino que va más allá de esos lazos. Alguien dijo una vez que las partículas subatómicas presentan una particular circunstancia donde se podría constatar el poder de cualquier Magia: y es que cuando una partícula es afectada lo es ya para siempre, y que una partícula afecta a otra… Todo eso queda en su “memoria” y afecta al resto de partículas, estén donde estén, cerca o a grandes distancias.

Lo que no nos cuentan del cáncer, Alfredo Embid

Vídeo rescatado desde Despertares: http://teatrevesadespertar.wordpress.com/2013/04/27/alfredo-embid-lo-que-no-nos-cuentan-del-cancer/

No nos cansaremos de aprender más y más, cuanta más información tengamos mejor, esto n os ayuda o nos ayudará tanto a evitar enfermedades «mortales» o que recortan drásticamente nuestra vida al padecerla o como el ayudar-nos a autodecidir-nos sobre lo mejor sobre nosotros mismos.
Cuando nos vemos sumidos en el desconocimiento, a la vez nos vemos sometidos a quienes «consideramos» que están preparados para «salvarnos», y esto, en la mayoría de las ocasiones, no es así. No digo que no haya señores/as de bata blanca que sean honesto/as, pero el auge del mercado deja mucho que desear al respecto, más bien se ha convertido en un mercantileo de la salud. Por otra parte esto nos está bien desde el lado de que vayamos observando qué se nos da, a qué nos sometemos y por qué. Somos más que autosuficientes y mayorcitos, y espero que despiertos, para decidir-nos a valorar nuestra Existencia y, sobre todo, evitar caer en las trampas de estas y otras enfermedades. Las vías para acceder a tales circunstancias nefastas las conocemos, y son varias y/o bastantes, por desgracia, y por suerte, también digo, que la gran mayoría dependen, exclusivamente, de nosotr@s.

5 alimentos que matan el cáncer y ayudan al cuerpo a destruir tumores sin ninguna droga

Artículo extraido desde http://casa-enferma.blogspot.com.es/2013/02/5-alimentos-que-matan-el-cancer-y_3697.html

Puede ser de utilidad para muchos, o bien podéis transmitirla ya que es probable que alguien lo necesite, os lo agradecerá.

Ciertas proteínas dentro de nuestro sistema inmunológico contienen las instrucciones precisas necesarias para destruir los tumores cancerosos. En un cuerpo sano, esta capacidad inherente está siempre presente y siempre es eficaz sin el uso de drogas. Sin embargo, estas proteínas pueden resultar ineficaces si las células experimentan un crecimiento descontrolado por los daños o mutaciones en el ADN, o si las toxinas a través de los alimentos y la contaminación química anulan la función natural del sistema inmunológico. Investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania finalmente ayudaron a identificar y apoyar a la evidencia previa que demuestra cómo los alimentos suprimen el desarrollo del tumor durante la vigilancia inmunológica, el sistema inmunológico en su proceso de patrullar el cuerpo detecta si hay células cancerosas.

Aquellos que se suscriban a los tratamientos convencionales contra el cáncer como la quimioterapia y la radioterapia tienen poco conocimiento de lo poderoso que es el cuerpo y la capacidad de curarse a sí mismo si se deja a sin intervención, pero con la nutrición adecuada.

Los científicos han descubierto recientemente  que las células sanas dañadas por la quimioterapia contienen el secreto de una proteína que aumenta la supervivencia de las células cancerosas. La quimioterapia se ha demostrado que es causa de producción células cancerosas al interactuar con las células tumorales cercanas y hacer que crezcan, invadan, y, de manera importante, resistan el tratamiento posterior.

En un estudio publicado en la revista  Science Translational Medicine , los científicos identificaron una molécula, conocida como TIC10, que activa una proteína que ayuda a combatir la enfermedad. La proteína, llamada TRAIL (necrosis tumoral relacionado con el factor ligado al inductor de apoptosis) suprime el desarrollo del tumor,  puede cruzar la barrera sangre-cerebro, que separa el sistema circulatorio principal del cerebro.

A través de la infinita sabiduría del cuerpo, sus sistemas para reconocer a los invasores extraños y los venenos, como la quimioterapia, que no son beneficiosos para el cerebro. Muchos fármacos para el cáncer están por consiguiente preparados para pasar la barrera sangre-cerebro. Sin embargo, TRAIL se permite el paso debido a sus efectos beneficiosos sobre el sistema inmune.
Otro punto positivo es que TIC10 no sólo activa el gen de TRAIL en células cancerosas, sino también en las sanas. Esto se conoce como el «efecto espectador», es decir, cuando las células sans que están cerca de las células cancerosas también son matadas.

Las células sanas también se les da un impulso para aumentar el número de receptores de TRAIL para combatir el cáncer en su superficie celular.

ALIMENTOS que inhiben los tumores

La clave está en no caer en la terapia del cáncer selectiva o tratamientos farmacológicos basados ​​en ensayos clínicos con versiones creadas artificialmente desde la proteína.
La comida es la medicina del cuerpo y no las drogas. Todo lo que necesitas hacer es buscar aquellos alimentos naturales que son potentes inhibidores del factor de necrosis tumoral (TNF) de los cuales hay varios.
1. Cúrcuma: La curcumina, posiblemente el antioxidante más potente que se conoce de la especia india cúrcuma popular, tiene  un sinnúmero de beneficios de salud. Un estudio reciente dirigido por un equipo de investigación en Munich mostró que también puede  inhibir la formación de metástasis .
La curcumina ejerce efectos anti-inflamatorios y anti-oxidantes de necrosis tumoral inhibiendo el factor alfa (TNF-alfa), lo que sugiere que su efecto sobre la función endotelial puede ser mediada por la supresión de la inflamación y/o el estrés oxidativo a través de la regulación por disminución de TNF- alfa.
Uno de los resúmenes más completos de la revisión de 700 estudios-cúrcuma hasta la fecha fue publicado por la respetada etnobotánico James A. Duke , Ph D. Él mostró que la cúrcuma parece  superar a muchos productos farmacéuticos en sus efectos contra varias enfermedades crónicas y debilitantes, y lo hace por lo que prácticamente no tiene efectos secundarios adversos.
2. Uvas y Resveratrol*: El resveratrol es un compuesto fenólico que contribuye al potencial antioxidante de las uvas rojas.
El resveratrol no es sólo un antioxidante y antimutágeno, sino que también reduce el oxidante causado la muerte celular. El resveratrol se ha demostrado que inhibe la producción de óxido nítrico y factor de necrosis tumoral alfa (TNF-a) por las células de Kupffer estimulados por lipopolisacáridos. Las células de Kupffer son macrófagos fijos en un lugar en el hígado. Su sobreproducción crónica de óxido nítrico y TNF-A debido a una infección crónica puede causar daño hepático grave.
Quizá la propiedad más importante Resveratrol es su capacidad para inhibir la ciclooxigenasa-2 (COX-2). COX-2 está relacionada con el cáncer y crecimientos anormales en el tracto intestinal. Naturales inhibidores COX-2 tales como el resveratrol se ha demostrado para reducir la aparición de cánceres y tumores precancerosos. Así, mientras que las empresas farmacéuticas compiten por encontrar agentes complejos inhibidores de la COX-2, el ingrediente ya está presente en las uvas rojas que si se consumen a diario (o a través de jugo de uva orgánico) protegerá contra los tumores de forma natural.
3. Té Verde: Los beneficios de salud de té verde se deben a la presencia de un grupo de flavonoides vegetales llamados catequinas. De particular interés para los investigadores es epigalocatequina-3-O-galato (EGCG), el principal catequina en el té verde. Por ejemplo, investigadores de Corea del Sur han encontrado que EGCG bloques TNF naturalmente al interferir con la capacidad de ciertos pro-inflamatorias productos químicos que se unen a las células del tejido del músculo liso del sistema vascular. En un estudio de 2009 realizado por la Chonbuk Escuela de Medicina de la Universidad Nacional, se observó que el mecanismo específico de acción de EGCG en términos de bloqueo del TNF es la supresión de fractalquina, un agente inflamatorio específicamente involucrados en el desarrollo de la arteriosclerosis, o endurecimiento de la arterias.
4. Tomates: El consumo regular de tomate y sus productos se está constantemente asociada con un menor riesgo de varios tipos de cáncer y, en menor medida, la enfermedad cardíaca coronaria. Entre los componentes de tomate muchos atribuye propiedades saludables, carotenoides y licopeno en particular están siendo activamente investigados.
Efectos modestos de la ingesta regular de un zumo de tomate proporciona pequeñas cantidades de carotenoides que se encuentran en la producción de mediadores inflamatorios, tales como TNF-alfa. TNF-alfa por la sangre entera se encontró que era más de 30% inferior después de casi un mes de consumir jugo de tomate crudo.
5. Frutas y verduras: Hay evidencia suficiente para indicar que una dieta a base de alimentos ricos en antioxidantes naturales tales como frutas y verduras proporcionan beneficios anti-inflamatorios. Cuanto mayor sea la ingesta de la más se asocian con  reducciones significativas  en los niveles de marcadores de inflamación, incluyendo la proteína C reactiva (PCR), interleucina-6 (IL-6) y factor de necrosis tumoral-alfa (TNF-alfa).
Cualquier fruta o vegetales (preferiblemente de color oscuro), que son una buena fuente de  indol-3-carbinol, un producto químico que potencia la reparación del ADN en las células, bloquea el crecimiento de las células cancerosas. Un equipo de investigadores de la Universidad Estatal de Ohio anunció que  las antocianinas , los compuestos que dan col su color púrpura son capaces de cortar el crecimiento de células de cáncer de colon, tanto  in vitro  en ratas y en un 50% -100%, con ciertos extractos incluso destruir hasta 20% de las células cancerosas dejando las células sanas circundantes intactos.
Artículo aportado por David Mihalovic  es un médico naturista que se especializa en la investigación de vacunas, prevención del cáncer y un acercamiento natural al tratamiento.