Porque, de vez en cuando, es necesario salir de nuestra rutina mental, o aquello que nos produce constante picazón y desasosiego…
Hoy, esta mañana, donde me sitúo planetariamente, os traigo un relato corto, un cuento… A veces mis «chivatos» cuidadores o ángeles puñeteros, me soplan algo al oído… y me hacen reír…, igual soy yo misma, no lo sé, pero son pensamientos que me asaltan sorpresivamente. No es la primera vez, igual es mi o nuestra conexión con lo que yo denomino MENTE PLANETARIA y otros los denominan «conciencia global», más estoy por lo que yo considero de MENTE COLECTIVA HUMANA PLANETARIA, que no por lo otro… porque la conciencia, sí, quizás esté ligada a la Mente y la Mente es lo que nos mantiene unidos, en principio, a nosotros mism@s a través de nuestro cerebro (maravilloso cerebro).
Ahí va, pues, espero, que por lo menos haga reflexionar a alguien, cuando no, pues mejor alguna risilla no va mal de vez en cuando, creo yo.
Iba Marian muy contenta aquella mañana. Subía toda alegre las escaleras del metro. Se dirigía a casa.
Durante el trayecto había leído una noticia en su Facebook: su «novio virtual», por fin, le había escrito una carta.
No era una carta cualquiera, no, se trataba de la CARTA que ella, pacientemente, había estado esperando desde hacía muchos meses.
Marian, reconocía que su novio virtual era un tanto eXtraño, por no decir nada más. Incluso había momentos en los que pensaba si, realmente, no se trataba de un ROBOT… tal que asín lo cuento yo, a pesar de que, realmente, le habia enviado unas fotos muy atractivas, tipo «pose modelo» de medio cuerpo entero…
Bueno, no es que Marian desconfiase, ni mucho menos, solo que hoy en día, dado todo el tráfico ilusorio, robótico y demás que circula por las «redes», sabiendo, además, que son el centro chiprálgico (palabro nuevo, porque no se puede decir que sea «neurálgico», ni por el forro), de muchas cosas raras: ventas, cursillos, invasión de novios messengeros que empiezan: «¡Hola, wüapa!» «¿Dónde vives, tesoro?», y cosas de esas grotescas que circulan por los comunicadores messengeros… En fin, este apartado dejémoslo estar.
Como iba diciendo, Rudolfo, que así se hacía llamar el novio virtual de Marian, era muy muy muy muy tímido, tanto era así que no se atrevía a usar el modelo directo «Messenger-te-quiero», ni para hablar, solo lo había usado muy poco: para enviar sus a-fotos y para poco más… decirle su edad verídica y poca cosa más, como digo.
Era tan timido Rudolfo que solo se atrevía a Declararse a Marian en cartas abiertas que ella había publicado de forma pública en el feísbúk… Ahí, sí, ahí se atrevía, quizás porque ahí era más difícil que le diese con la zapatilla y le dijese «¡Basta ya de tonterías, Rudolfo!». Era muy sabio Rudolfo, sabía que para eliminar sus mensajes, Marian tenía que borrar el post entero y eso no convenía, además, todo el mundo se enteraba de lo verídico de su Amor.
Marian, cansada, le había pedido sus cartas, creo que más de diez veces, a través del Messenger…, pero no había forma… desaparecía ese novio eXtraño, ni siquiera le daba los buenos días… era algo de lo más ilógico, según ella, y también, según el resto del mundo entero.
Rudolfo a las suyas: él iba declarándose, sintiéndose enamorado páquí pállá en su página particular: Rudolfo-Todo-Tuyo, así se llama el muy volatinero.. Iba escribiendo versos, poemas, sintiéndose desolado, desconsolado, tras un amor imposible que le comía el coco y algo mucho más… Pero era inútil, seguía enfrascaso en sentirse DECLARANDO SU AMOR A SU AMADA, PERO DE FORMA PÚBLICA… Igual es que no había pensado ni creído que fuese necesario, tal vez, porque si lo hacía, esa situación podía darse como REALIDAD, es decir, que Marian le pidiese una cita, que fuesen a comer juntos, que incluso se dejase besar, tocar, en fin, al rollo completo que el Amor-en-sí-mismo exige, y eso le PROVOCABA PAVORRRRRRRR.
Pero, ese día, MARIAN, por fin, había recibido una carta a través de su página personal del feísbúc. En un Comentario, Rudolfo le decía que pronto le iba a escribir y que estuviese atenta.
Iba cantando, alborozada, Marian, hacia su casa. Se tumbó en el sofá, panza-arriba esperó y esperó y esperó y esperó… Hasta que POR FIN, recibió un nuevo comentario en su feísbúk. Le decía:
«MARIAN, MI AMADA, MI PIEL BLANCA, MI BIEN TOCADA Y ANHELADA DE TODOS LOS TIEMPOS, HOY POR FIN TE HE ESCRITO PARA QUE SEPAS Y VEAS QUE NO TE ENGAÑO, QUE TE AMO MÁS QUE A LAS ESTRELLAS Y QUE AL UNIVERSO ENTERO… QUE ESPERO QUE PRONTO NOS PODAMOS ENCONTRAR. AHÍ TE LO DIGO TODO. (Por favor, Marian, ves a la página de «Noticias Hoy del Corazón» y lee porque ahí te lo cuento todo). — Firmado: Rudolfo, tu AMADO ETERNO».
Rauda, Marian se dirigió hacia la página de ese periódico virtual. Allí, como noticia principal había algo interesante. Decía así:
«TRANSMITIMOS ESTE MENSAJE DE ÚLTIMA HORA PORQUE ES DE URGENCIA. NOS VIENE DE UN TAL RUDOLFO PARA SU NOVIA MARIAN»:
«MARIAN, MI AMADA, MI ETERNA FLOR BLANCA DEL COSMOS. TE AMO. QUIERO QUE SEPAS, QUE TODO LO QUE TE HE ESCRITO: ES CIERTO. QUE ESPERO QUE PRONTO NOS CONOZCAMOS… SABES QUE SOY MUY TÍMIDO, Y QUE TODO LO TENGO QUE CONFESAR EN PÚBLICO. DENTRO DE UN MES TE ESPERO, ESPERO CONOCERTE. AHORA MISMO ME VOY HACIA LA ESTACIÓN DE LA NASA. ALLÍ COGERÉ UN COHETE DIRECTO A VENUS: ALLÍ TE ESPERO. TU BIEN AMADO Y ETERNO: RUDOLFO-TODO-TUYO. (Tímido, sí, pero lanzado: también), para que veas, que qué mejor que hacerlo en COHETE DIRECTO A VENUS (EL PLANETA DEL AMOR). Te pago el viaje, que conste»
Marian no sabía si REÍR o LLORAR… en fin… creo que le dio un vuelco tan terrible el corazón y le dio un sinsentío tan horrible que comenzó a darle vueltas todo… hasta que perdió el conocimiento.
Cuando despertó se encontró en la UVI (o es UVED -unidad de vigilancia extrema de la decepción)… Abrió los ojos, como pudo, pensaba que nada de eso era cierto, que todo era un cuento… Un cuento extraño… ¿Cómo era posible tal cosa…, con lo fácil que era ENCONTRARSE EN EL METRO DE ATOCHA?
Abrió los ojos y allí chocó con las pestañas de un enfermero, que casi le soplan en los ojos y en el cuello: «¿Cómo está, Marian, nos avisaron porque llevaba tres días sin aparecer por la casa de sus padres, ellos nos dieron las llaves y tuvimos que traerla a emergencias. Ha estado en coma profundo estos días atrás?»
«Bien, bien, gracias, estoy bien… es que si le cuento, ni se lo cree, vaya…»
En ese momento hubo una especie de fulgor entre ambas dos miradas. Marian penetró en los ojos del enfermero, esperando encontrar una RESPUESTA CIENTÍFICA Y MÉDICA A TODO LO QUE LE HABÍA ESTADO OCURRIENDO.
«¿Cómo se llama?» –le preguntó Marian.
«Me llamo Paco…»
Bien, pensó Marian, por fin un Nombre Normal: «Paco, Paco, Paco qué-es-mi-Paco, Paco, Paco Paco…» (según dice la canción de Encarnita Polo, la tonadillera).
En fin…, Marian salió al día siguiente del hospital. Quedó con Paco en ir a tomarse una tapita cerquita del metro de Atocha…
FIN Y SIGUE… EL RESTO YA LO PONÉIS, VOSOTROS, ¿verdad, amigos y amigas?
Apostilla: Creo que Rudolfo todavía anda por allá por VENUS, el Planeta del Amor, esperando a su Amada Marian… pero, igual con suerte, sí…. sí…, creo que le salió una venusina de esas azules… a la que se dedicó a perseguirle, sin ton ni son, y ella, claro, horrorizada, se escondió en uno de esos volcanes del planeta a ver si era tan valiente de ir tras ella… Bueno, el final de esta historia, tamibén la ponéis vosotros.
GRACIAS!!! lectores y lectoras TOD@S