Empalagoso donde lo haya, esto de las no-ci-vas-LLas, os juro por dios mismo que ya cumplidos más de los 45 y más que llevo encima, intenté, más que nada por aquello del «recuerdo» de la niñez, que compré más de un bote, que en él intenté naufragar con mi dedo, pero al llevarlo a la boca con tan «suculento» amarroncillejo, sentí tal asco que no lo pude ni tragar.
Un secreto, el último bote lo dejé por ahí, en algún lugar de la cocina, y en viendo que un par de ratoncillos de campo abrieron tan singular estructura, ahí lo dejé… no sé si por hambre o por golosinería, los ratones hicieron el parabién de limpiar el tarro…. A mí, vaya, que ni se me ocurre ya eso de las bollerías o porquerías industriales donde las haya, y es que… ¿la leche, el cacao (auténtico), las avellanas y el azúcar (que no hace falta alguna, sino todo lo contrario),… a qué deben de saber? Bueno, en todo caso si lo queréis saber lo componéis vosotros mismos, pero estoy de lo más segura que es todo lo más lejano a eso que venden estructurado en botes de: «Superniños, súperalimentados», más que eso: son niños descojonados por las porquerías que les meten sus madres de turno, que, ignorantes, o por hacer un mal bien compran lo que les venden, sin importarles un pimiento o un rábano lo que dan a sus vástagos…
Desde ese último bote, cada vez que veo uno se me revuelve el estómago y las tripas… y qué deciros de la bollería y porquería industrial envasada y etiquetada, o la de granel… Bien… Puestos, ya mejor ni comer, pero mejor que eso: Más vale comer escaso y Sano que no mucho y Mierda Pura (en puras palabras, y no me arrepiento de lo consignado), porque ojalá y fuese mierda, ya que la tal mencionada en su estructura aún tiene alimentos por aprovechar.
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¿grasas hidrogenadas? — ¿aspecto más “casero”?, bueno esto es lo que se lee en algunos foros forofos hasta de la nocilla y de la nutella… en fin-der, y no os olvidéis de los mágicos güevos kinder, porfa, porfa y porfa… Remiendo: de tal en tal como una vez al año y por aquello del recuerdo del neanderthal, y por olvido del tiempo, voy y compro, tras muchas dudas, una tableta del mal llamado «chocolate»… y es que esto ya no es lo que era en tiempo de los incas. El chocolate del cacao era el manjar de los «dioses», recomendable para muchísimas cosas, ya lo creo, pero esto de ahora, como que no. Y frente a esto: REBELÉMONOS, aunque haya más crisis y más paro, no formemos parte de la cadena de esas cochinas industrias que lo único que hacen es vender la muerte con forro del güevo kinder.