Vivir en España; una cuestión de cojones

Rebbloged from TRAPO BLANCO. Os traigo este artículo desde Trapo Blanco, sobran los razonamientos razonables frente a lo expuesto… Quizás sea algo más añadido y como continuación de tanto que sabemos y percibimos más allá de nuestro conocimiento diario.

Ahí va, Amig@s, vale la pena o el dolor el leerlo: http://trapoblanco.blogspot.com.es/2013/03/vivir-en-espana-una-cuestion-de-cojones.html?showComment=1364573320662

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Trabajar en España hoy, es como querer ir a la Luna con un patinete.
El Estado, esa cosa donde muchos viven del esfuerzo y el sacrificio (además del saqueo) del resto de la población, es absolutamente incapaz de proveer de un trabajo a quienes no pueden encontrarlo en el «mercado de explotación privado».
La labor del Estado, como defensor de los derechos constitucionales, simplemente no existe.
A la misma vez, se exprime a base de multas de todo tipo a quien circula por la carretera, por la calle, a quien pesca, a quien caza, a quien fuma, a quien bebe, a quien grita, a quien protesta, a quien pasea en bicicleta, a quien busca caracoles, hinojos, o cualquier cosa comestible en tierra de nadie; o de todos, mejor dicho. Respirar, se esta convirtiendo en algo sancionable; como mirar mal, orinar en el campo, hablar con el vecino, o no sonreir mientras te multan.

 
 
Ante la absoluta indefensión del pueblo llano (o rebaño votador), hay gente que sigue teniendo la «mala costumbre» de intentar dar de comer a su esposa e hijos, trabajando donde y como pueda.
Ni que decir tiene, que la inmensa mayoría desearía trabajar con ciertos derechos, que ya casi no existen, gracias a nuestro querido Estado corrupto hasta la médula; y cotizar, aunque ni siquiera esten seguros de que al ritmo del saqueo de derechos que llevamos sirva para algo… eso si es que se llegan a jubilar alguna vez.
En este ambiente tercermundista y arruinador de familias en el que nadamos, las leyes que esta mafia de ladrones nos obliga a acatar, atentan contra el mas mínimo del sentido común y humano, demostrando la estupidez total de nuestros legislativos.
Voy a hablar de la zona donde vivo, y de lo que me han contado personas cercanas que tienen toda mi confianza. Casos como los que voy a enunciar, demuestran claramente las intenciones exterminadoras de quienes dicen representarnos (gobiernos de todo tipo, color y situación geografica).
1- Multar por aparcar el coche propio en una finca privada. En un lugar carente de peligro y donde desde hace decenas de años se han aparcado coches.
2- Multar por llevar en la mano un pañuelo de papel mientras se conduce (para sonarse la nariz, claro).
3- Multar por quemar rastrojos sin pedir permiso para ello. En fincas cercadas y alejadas de pinares, monte etc. y con agua suficiente para riego o extinguir un pequeño incendio.
4- Multar por cultivar la tierra propia estando jubilado. No para la venta, sino en un huerto familiar para consumo propio.
5- Multar por sulfatar las malas hierbas en terreno propio y carecer de cursillo (150€) acreditativo para hacerlo. Pagando el cursillo, que obliga a desplazarse a la capital y saber leer y escribir, sí se puede hacer, claro.
6- Multar por ayudar al marido o al padre en el campo sin cobrar.
7- Entrar en una explotación agraria propia sin estar dado de alta. (Mujer no puede entrar a ver al marido en un invernadero sin estar dada de alta). Conozco el caso.
8- Dar trabajo del tipo que sea sin asegurar al trabajador. Aunque sea para ayudar al amigo o vecino en paro, y aunque sea para unas horas o un día.
 
 
Estoy viendo cómo personas que hasta ahora producían algo, aunque fueran unos escasísimos ingresos extra para ir tirando mientras «se termina esta crisis» sembrando, tienen que abandonar su actividad por miedo a ser denunciados.
Familiares que dejan de dar trabajo a otros familiares, en una situación económica precaria, por el terror a ser denunciados y arruinados si alguien les ve.
Aquello tan típico de ir a buscar caracoles, espárragos, etc, se ha convertido en una actividad peligrosa si «los señores dueños del medio ambiente» se cruzan en su camino. Ya que serán tratados como delincuentes. Más aún, como criminales. Y se le aplicará todo el peso de la ley a gentes de escasos o nulos recursos, y que solo intentan poder comer.
Pronto necesitaremos de un documento acreditativo para echar un polvo, pasear, hablar o respirar. Seguramente esto estará siendo estudiado mientras escribo.Mientras tanto, la gente acepta estas leyes inhumanas inmersa en un terror muy parecido al que debió asaltar a los ciudadanos de la alemania de Hitler. Viéndolas como algo inevitable y soportable. Algo que es por su bien. Pá mearse.Por último, quiero expresar mi vergüenza al sentirme un miembro activo en esta absurda sociedad al colaborar involuntariamente con mi trabajo al mantenimiento de esta mafiocracia exterminadora. Vergüenza de ver cómo mis vecinos, amigos, compatriotas, se callan. Miran para otro lado o cambian de tema para evitar ser conscientes de que con su voto han alimentado al monstruo que ahora nos devora. El silencio cómplice de quien apoya y engorda este exterminio masivo de libertades y derechos. De quienes asumen la fatalidad sin hacer ni decir nada, más que tragar. Vergüenza de ver cómo a la mayoría de la gente, le traen al pairo sus derechos, su futuro, y el de sus hijos (a los que tanto dicen querer). Y aspiran como mucho a que alguien haga algo (ellos no, claro) o a que haya nuevas elecciones…?¿?¿?¿?¿?¿
Lo que hoy padecemos, no es más que el futuro que perdimos ayer.

 
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A esto yo le llamaría: LA ILEGALIDAD DE LA EXISTENCIA, salvo que pagues tasas por ella misma, que ya estamos haciéndolo.

3 Respuestas a “Vivir en España; una cuestión de cojones

  1. Reblogged this on Comienzo de cero and commented:
    Increíble (…)

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