Y… seguimos dándole a las ¡»profecías»!

Bien, cuando ya se especulaba que todo, en el «mundo del misterio» estaba agotado: ¡tachán! = Un piedrolo se cae del cielo; y el papa-dominus-total, va y dimite.

Vale, entonces ya hay tema, y sobre todo ya hay donde rascar para seguir dando al público lo que más le gusta: pavoorrr!

Bueno, no soy tan dramática, pedrolos de ésos, de mayor tamaño y de pequeña dimensión han caído desde lo inmemorial de nuestras recortadas memorias-temporo-espaciales, sobre la superficie de nuestro Planeta. (Acordáos, si encontráis uno, que pagan una pasta por ellos, sí señor, ¡una señora pasta!)

Lo del papa morao, pues eso: y a esas edades ¿quién soporta tanta basura? Y la verdad sólo es una: mientras no menees la mierda, ésta se mantiene intacta y no güele en su montañita de estiércol, pero… pero como empieces a mover, pues ya sabes lo que pasa ¿o no?

La verdad, este y todos estos temas, debiesen importarnos un: absolutamente nada, a mí, por lo menos. No estoy en esos tránsitos, ni como en la mesa del «papa» ni estoy en Russsia, pero sí me ha parecido de lo más que curioso que hubiesen Cámaras Grabando Justo en esos Instantes donde se desploma el pedrolo desde el cielo. ¿O es que siempre se graban todas las clases en los «coles» rusos? Si es así, entonces peor que peor, porque viven peor que en los ee.uu.s, bajo la cámara del ojo del gran hermano.

Mi crítica más absoluta hacia todos los medios  y todos los que se han puesto «manos a la carrera» de inmediato para publicar, llevar-traer-llevar… sobre estos asuntos, porque parece que el «mundo» andase realmente aburrido y que nos hacía falta, de nuevo, la patada en el culo sobre el «fin del mundo».

Amig@s tod@s, esto no es ni de predicción ni de profecías, esto, sencillamente, es de CAJÓN: los meteoros  han caído siempre, los papas, ya sabemos: unos asesinados, otros corruptos, otros pedófilos, otros han dimitido, otros los  han satanizado, y es que desde borja-and-cía, eso está como muy del caldo de cultivo para muchas cosas, feas, por cierto.

Y, aún todo y así, me temo que eso (sin haber, de momento) escuchado los grandes deshilachadores del «mal» ajeno, me temo que no sea cuestión ni del pobre viejo, sino de algún «consejo» impuesto al personaje de cartón-púrpura: y es que el vaticano es mucha empresa… mucho desafío en este mundo de carrera del poder.

Los dineros, sean como sean, exigen otras cosas, otros «aires» para seguir mandando ellos. O sea que no lancemos más campanas al vuelo ni saltemos de fingida alegría (que no es tal, ya que la Alegría es otra Cosa), porque este teatro sigue y sigue y sigue… igual de mal, y es que lo consentimos cada segundo de nuestra vida.

Esto es de cajón amig@s: lo que mal anda mal acaba, y no hay ni profecías ni otras cosas que valgan, y mientras no las cambiemos… mal andaremos. O sea que explicado el mal ya sabemos la receta, no valen las tiritas de papel, para absolutamente NÁ!!!